Con el paso de los años, un 90% de los hombres acaban presentando síntomas relacionados con el crecimiento anormal de la próstata, lo que dificulta y obstruye la salida de la orina repercutiendo negativamente en su salud y en su calidad de vida.
La próstata es una glándula que se encuentra situada entre la vejiga urinaria y el suelo pélvico, y envuelve el comienzo de la uretra. Su principal función es la producción del líquido seminal y también la eyaculación del mismo.
Ésta, con la edad, va creciendo, pero cuando lo hace en exceso, puede oprimir la uretra y causar problemas para dejar pasar la orina, provocando lo que se denomina “problemas prostáticos”; siendo los más comunes: la inflamación (prostatitis), una próstata agrandada (HPB, o hiperplasia prostática benigna) y la aparición de tumores (cáncer de próstata).
HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA
Hoy nos vamos a centrar más en este problema prostático, también conocido como agrandamiento de la glándula prostática, ya que se trata de una afección frecuente a medida que los hombres envejecen.
Los síntomas pueden ir variando, en función de la gravedad, siendo los más frecuentes:
- Necesidad frecuente de orinar.
- Aumento de la frecuencia de la orina por la noche.
- Dificultad para comenzar a orinar.
- Flujo de orina débil o pausado.
- Goteo después de orinar.
- Imposibilidad de vaciar la vejiga por completo.
FACTORES DE RIESGO:
- Envejecimiento. Es más habitual en hombres de 60 a 80 años, y en algunos casos puede aparecer antes. Con la edad aumentan marcadores inflamatorios
- Antecedentes familiares.
- Diabetes, hipertensión, arteriosclerosis e hipercolesterolemia, son más frecuentes en pacientes con hiperplasia de próstata benigna y también lo son en la disfunción eréctil.
- Estilo de vida. La obesidad aumenta el riesgo de sufrir este problema, pudiendo reducirse con ejercicio físico y una dieta mediterránea.
CÓMO CUIDAR LA SALUD DE LA PRÓSTATA:
Para prevenir la hiperplasia prostática benigna y mantener un estado de salud óptimo, lo ideal es seguir estos hábitos:
- Mantén un peso corporal saludable.
- Consume alimentos antiinflamatorios o complemento alimenticios ricos en antioxidantes, como es Keriba forte, con extracto de granada.
- Haz ejercicio de manera frecuente.
- Lleva una vida sexual activa.
- Llevar un control periódico (anual o bianual) de tu próstata. Si tienes antecedentes familiares, síntomas miccionales o tienes más de 50 años.